Ayer disfrutaba de una tarde tranquila. Me llegó el mensaje de un amigo y decidimos ir a ver Karate Kid. Esperaba llegar a una sala normal, pero como de costumbre, no me fijé bien en los horarios y la única sala que proyectaba la película era la VIP. Adiós a la quincena de hace dos días. Ya casi no había lugar, mas que en la primera fila. Sumemos la pizza y el refresco (que tardó en llegar como una hora). Una serie de circunstancias desafortunadas.
No sabía qué esperar. Todos conocemos la historia y le tenemos tanto cariño a la película original, que vamos a ver la nueva con cierto escepticismo. Lo que vi, me dejó muy buen sabor de boca.
La historia adquiere profundidad en el momento en que la deciden llevar a China. El conflicto es más claro. Dre, el niño interpretado por Jaden Smith tiene motivos suficientes para odiar su vida. Los malhechores tienen una razón fuerte para perseguirlo y Mei (su amiga) tiene un buen pretexto para quererlo.
Las actuaciones de todo el reparto son muy buenas y esto hace que la película no desmerezca. ¡Jackie Chan es creíble como un hombre grande y sabio! Jamás lo hubiera imaginado. Jaden Smith transpira la madera de actor que tiene.
A esto hay que sumarle que cada acción tiene causas y consecuencias muy claras. No están ahí por casualidad. Cada escena tiene la duración, las palabras, las imágenes y la música necesarias para entenderla y seguirla. Todo esto en escenarios históricos y actuales de China.
No esperaba gran cosa de este remake, y sin embargo quedé muy impactado con él. Creo que no le pide nada a la película original, e incluso, me atrevo a decir que la supera en algunas cosas.

Antes que nada, felicidades, trataré de seguir el sitio. Por lo menos me deja la inquietud de verla (aunque creo que eperaré para rentarla en DVD). Fué una de las peliculas que marcaron mi niñez, todos queríamos ser Daniel San ¡¡¡pero sin tener que sufrir tanto!!! un abrazo.