Todos los que me conocen saben que compro canciones en iTunes porque no me gusta bajarlas ilegalmente. Todos los que me conocen saben que soy partidario de defender las ideas originales y que no me gustan las copias. Me gusta la propiedad intelectual, creo que las ideas de las personas tienen un valor que va más allá de lo monetario.
Recientemente, en Estados Unidos apareció la propuesta de una nueva ley, la ley SOPA (Stop Online Piracy Act) que propone que se castigue a todos aquellos que compartan contenidos que no son suyos. De modo que a grandes rasgos podemos decir que por compartir un escrito que te gusta, subir un video con una canción de fondo con derechos de autor o compartir imágenes creadas por otros, te puede hacer acreedor a una pena de cárcel, fuertes demandas y otras penas.
Además de esto, agregamos el ingrediente de que todas tus actividades en la red se vigilan y controlan. Ya nada es secreto para nadie. Ciertamente esto ya interfiere con la libertad de los individuos y ya ni siquiera de trata de reconocer el trabajo intelectual de nadie. Es más bien una forma de control.
Dicen que el poder vuelve locas a las personas, y creo que es cierto. Claro que hay que evitar la piratería, y que gente lucre con creaciones de alguien más. Pero nunca se debe imponer un control sobre lo que la gente comparte, usa o reinventa, ya que en lugar de fomentar la creatividad, se obstaculiza.
La maravilla del internet es que sus contenidos nacieron, existen y se comparten gratuitamente. Es el acceso al conocimiento de la actualidad, al conocimiento mundial y una o dos leyes no pueden prohibir su uso y expansión.
Sería bueno que toda la creatividad y esfuerzo que se ponen para crear este tipo de leyes, se invierta más bien en promover una cultura responsable de pago a los creadores y autores, que se lo merecen.
Internet es libre en todos lados, con todas las personas, para siempre.
Parece que la cultura se aleja de las personas, la cultura del respeto y de la honestidad se ausenta desde hace mucho y cuando alguien hace énfasis en lo que es correcto, resulta que está mal por ir contra la corriente, en los salones de clase y reuniones lanzo la pregunta: ¿Quien asegura que nunca ha hecho uso de copias, y falsificaciones? ¡LEVANTE LA MANO!
Nunca he visto alguien que lo haga.
Llegar a la cima y predicar con el ejemplo nuestra opción para ser vistos por los demás.