El domingo tuve de esos buenos momentos. En la noche me tiré en el sillón a ver la entrega de los Grammys. Estas transmisiones son para darle gusto a mi parte de comunicólogo.
En pocos o ningún programa de televisión en el año se ven presentaciones como las que se dan en los Grammys. Duetos inolvidables, homenajes impresionantes, shows espectaculares, o regresos esperadísimos.
La ceremonia de este año fue muy especial por varias razones, en especial estas tres:
La muerte de Whitney Houston
Sorpresivamente, el día anterior a la ceremonia, perdimos a un ícono de la música contemporánea, una voz inigualable. Las causas de su muerte todavía no se saben. Este hecho hizo especial el evento por el ambiente que prevalecía en la comunidad musical de Estados Unidos. En menos de 24 horas se montó un homenaje especial con Jennifer Hudson (que me sorprendió con su interpretación).
Lo que no me gustó de este momento, fue la transmisión que hizo E! Entertainment, que se centró en el morbo y el sentimentalismo. A esto, el presidente de la Academia de Grabación contestó que se le haría un homenaje a Whitney Houston dentro de la ceremonia y se le daría un merecido reconocimiento, sin embargo, la premiación era algo más grande que cualquiera de los músicos, porque es la fiesta de la música. Me pareció correcto cómo lo manejó.
Presentación tras presentación, impecable
Más allá del trágico hecho, la ceremonia ha sido la mejor que he visto en mi vida. Desde Bruce Springsteen hasta Paul McCartney dieron presentaciones perfectas, con sentimiento, espectáculo y música, muy buena música.
En lo personal, las que más me gustaron fueron las de Bruno Mars, Colplay con Rihanna, el regreso de los Beach Boys y Chris Brown.
El regreso de Adele
No mencioné la presentación de Adele porque creo que puede caer en otra categoría. Sin duda, esta ceremonia fue especial porque Adele, la cantante que ha cautivado al público por su voz tan especial, estuvo a punto de perderla y este fue su regreso triunfal. Regreso triunfal al escenario, donde el espectáculo durante su presentación fue únicamente su voz. Y regreso triunfal a la escena musical siendo la gran ganadora de la noche con seis premios (todos a los que estuvo nominada).
Así que la noche fue especial, sólo quería hacerlo notar. En esta noche se crean momentos especiales para la música. Algo que este año bautizaron como Grammy Moments, cosas que sólo ocurren en los Grammys. Me encantó este concepto. Si siguen así, los Grammys podrían competir próximamente con los Óscares y el Super Bowl por la audiencia internacional en el año.