¿Por qué, Miedo?
¿Por qué eres un verdugo de lo que todavía no ha nacido?
¿Por qué asesinas los anhelos y los sueños sin darles, al menos, el placer del intento?
¿Por qué ahogas todo aquello que desea salir a flote solo por dejarte atrás?
¿Por qué utilizas la guillotina en contra de todos aquellos que prometen un gran futuro?
¿Por qué sepultas la alegría, la energía y la decisión en medio de la obscuridad?
¿Por qué entras en los sueños sin invitación… o siquiera tocar la puerta?
¿Por qué existes, si solo estorbas a cualquiera que vaya abriendo caminos?
Y… ¿Por qué, Miedo, al mismo tiempo eres el gran aliado de los grandes?
¿Por qué haces más sonoras y más valiosas las victorias?
¿Por qué eres tan mentiroso al forjar lo mejor de un alma?
¿Por qué existes, si solo eres un sazonador de los triunfos?
¿Por qué te desarmas ante un solo paso?
¿Por qué vives tan dentro y tan amarrado a mí si yo te odio tanto?