Sin duda, un gran reparto no hace a una gran película, pero una gran película necesita a un gran reparto. American Hustle es una gran película con un gran reparto.
Dos hábiles estafadores (Christian Bale y Amy Adams) son capturados por un ingenuo policía del FBI (Bradley Cooper), quien les ofrece una salida a su problema: Deben ayudarlo a capturar a otros cuatro delincuentes, si lo hacen, serán libres. Cuando los estafadores aceptan, se detona una cadena se sucesos tan simpáticos como complejos. En su maquiavélico plan, se ve involucrado el alcalde (Jeremy Renner), varios senadores, la esposa de Irving (Bale), Rosalyn (interpetada por Jennifer Lawrece) y una gran parte del FBI. A lo largo de toda la película, cada personaje explota su inteligencia, ambición, sexualidad y contactos para conseguir lo que quiere.
Tiene muy merecido el premio a mejor película de comedia en los Globos de Oro, mejor reparto en los SAG awards y 10 nominaciones al Óscar. Es una manera fresca de contar una historia, que, combinada con las actuaciones, la hacen espectacular.
Además de las actuaciones, se nota detrás la dirección, humor y creatividad de David O. Russell, ya que American Hustle tiene el toque que tanto me gustó en Silver Linings Playbook.
Vale la pena que se den una vuelta por el cine y rompan las concepciones que tienen del cine estadounidense. A pesar de que la película es muy americana, es muy poco convencional.