El miedo más grande de todos es el miedo a la muerte. Aunque este miedo es comparable con muchas otras cosas que vamos ganando a lo largo de nuestra vida. Pero el miedo se quita con la confianza. ¿Cómo se le quita el miedo a un niño pequeño? Con la compañía de su mamá o su papá. Cuando lo acompañan a recorrer lugares a los que no ha ido, parece que el miedo desaparece, cuando papá o mamá hacen algo antes que el niño, éste pierde la desconfianza.

Es precisamente esto a lo que se refiere Paolo Coelho. Cuando entendemos que nuestra historia forma parte del libro de la vida y que este libro fue escrito por Dios, el miedo desaparece. Sabemos que formamos parte de un plan más grande, que no nacimos por error y que no somos insignificantes dentro del mundo. Esto debe darnos la confianza para acercarnos a los demás, para lanzarnos a hacer cosas nuevas y a ser quienes queremos ser.

Somos parte de una gran historia y de una gran raza: la raza humana. Podemos aportar algo significativo, somos uno de muchos, pero no somos uno más. Podemos hacer un cambio en las vidas de los demás, especialmente de los más vulnerables. Así que debemos conseguir que desaparezca el miedo y con confianza alcanzar todo nuestro potencial.

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