En el post pasado hablaba sobre el miedo. Sin embargo hay un miedo que nos paraliza y estar paralizados nos hace tener una vida aburrida, quieta, sin impacto, gris. Estar paralizados hace que estemos muy lejos de ser la persona que queremos ser.
A veces el fracaso puede doler y mucho. Sin embargo, el fracaso es parte de la vida. Tal vez si entendemos esta palabra en un contexto distinto, le podemos perder el miedo. Fracaso nos da miedo porque es una palabra que suena a final y definitiva. Creemos que el fracaso es una sentencia de vida. Pero en realidad, fracaso significa simplemente fallar en las coincidencias. ¿A qué me refiero con esto? A veces creemos que fracasar es cuando un proyecto no sirve o un propósito no se cumple. Sin embargo, la razón de un fracaso puede ser simplemente que el proyecto no se hizo en el momento adecuado, con las personas adecuadas, con los recursos adecuados, con la comunicación adecuada o con el conocimiento necesario. Simplemente, fracaso es una manera en que la vida nos dice que intentemos de otro modo o en otro momento. Es el mejor invento para volvernos a sentir principiantes y creadores.
