Streaming Wars: Return of the TV

Es un panorama cambiante en la guerra del entretenimiento, eso nadie lo puede negar. Me viene a la mente el Episodio 6 de La Guerra de las Galaxias, donde el imperio crea exactamente la misma arma para acabar con los rebeldes, solo que más grandota. Hollywood y la industria del entretenimiento están creando su nueva Estrella de la Muerte. Ahora vemos una guerra como la que antiguamente existía entre cadenas de TV, pero a través de nueva tecnología y modalidades de transmisión.

El primer gran contendiente para Netflix en esta guerra fue Disney, la empresa más grande de entretenimiento en el mundo y como acostumbra regularmente, entró con una estrategia armada con cuidado y perfectamente calculada. Sin embargo, otros productores y distribuidores han metido el acelerador para poder entrar a la batalla, algunos exitosamente y otros no tanto.

Otro jugador estrella en este partido es ni más ni menos que una de las empresas más valiosas del mundo: Apple. Hace poco más de un año, anunció Apple TV+, su propio canal de contenidos originales a través de su ecosistema tecnológico. Nuevamente, Apple demuestra que puede romper con los paradigmas y saltar de un negocio a otro sin perjudicar a su marca ni confundir a sus consumidores. Era un salto lógico aprovechando toda la infraestructura que ya tenía colocada en hogares y bolsillos de todo el mundo. Esta estrategia resultó en la salida de Bob Iger (CEO de Disney) de su consejo de administración. Las empresas dejaban de ser colaboradoras cercanas desde las épocas de Steve Jobs para competir abiertamente en un nuevo mercado.

Photo by Tony Avelar/AP/Shutterstock (10167453i) Apple CEO Tim Cook speaks at the Steve Jobs Theater during an event to announce new products, in Cupertino, Calif Apple Streaming TV, Cupertino, USA – 25 Mar 2019

Apple TV+ ofrece series y películas de alta calidad para el público, reclutando creadores de primer nivel como Steven Spielberg, JJ Abrams, Oprah Winfrey, Jim Henson Productions y Sesame Studios (Children’s Television Workshop). Su movida no es ofrecer gran cantidad de alternativas, sino pocas producciones de alta calidad. Además de que regalan un año de suscripción gratis a quien compre un nuevo dispositivo Apple. Es una movida decidida y fuerte hacia adelante, además de que ofrece la posibilidad de añadir canales de suscripción como HBO o Starzplay desde su plataforma.

La joya de la corona de la televisión, HBO, también se lanza al ruedo del streaming y el resultado hasta el momento es… un desastre. Su servicio de streaming se llama HBO Max y se une a HBO Go y HBO Now (servicios con los que ya contaba) en su oferta de contenido digital. El desastre es a nivel branding: A grandes rasgos, HBO Go era la opción On Demand de las producciones originales del canal. HBO Now engloba todo el catálogo del canal en streaming para ser vistos por el público que lo quiera y HBO Max incluye contenidos de HBO, además de la librería de Warner Media (películas y canales de TV), incluyendo Friends, The Fresh Prince of Bel-Air, Rick & Morty, DC Comics, CNN, TNT, Cartoon Network y más. Sin duda el contenido vale la pena, pero los errores de branding, usabilidad y diferenciación entre sus propias apps han confundido tremendamente al público. Sumando a esto que el servicio todavía no está disponible en todos los dispositivos y sistemas operativos (algo que debería ser básico para un lanzamiento de este tamaño). HBO dio un paso en falso en plena batalla, esperemos que no le cueste la vida.

Luego viene NBC, del que no voy a decir mucho, solo que su servicio tiene el peor nombre de la historia: Peacock.

¿Y ahora qué?

Ahora que prácticamente todos contenidos están disponibles en algún sistema de streaming, nos toca esperar y ver. Lo cierto es que como consumidores, inicialmente era una muy buena idea cancelar la TV de paga para quedarnos con Netflix. Claro que esto era cuando Netflix lo ofrecía todo en un mismo lugar por un precio significativamente menor que una suscripción de cable o satélite. Hoy tenemos una gran oferta de servicios de streaming empezando por los globales y añadiendo los locales de cada país alrededor del mundo.

El escenario actual es muy diferente: si quieres disfrutar de las más grandes producciones de cine y TV, lo más seguro es que tengas que contratar 3, 4 o 5 servicios diferentes y… por muy baratos que sean, al sumarlos, ya casi igualan o superan a los paquetes de cable o satélite tradicionales que tan decididamente abandonamos. Esto me hace pensar que el modelo tal como lo conocemos, va a colapsar en algún momento.

La gente no quiere perderse estos grandes estrenos y superproducciones y hará lo posible por tener acceso a ellos. Así que desde mi perspectiva, esto puede desembocar varios nuevos escenarios: El primero, es que contraten servicios para poder ver los contenidos que les llamen la atención y después cancelen las suscripciones. El segundo, es que las personas elijan los servicios que más les gustan y eliminen los que rara vez utilizan, por lo que varios servicios de productoras más pequeñas o con menos oferta puedan verse en riesgo. Y el tercero, es que aparezcan nuevos servicios «neutrales» que empaqueten varios canales de streaming bajo un mismo precio, lo que prácticamente nos haría regresar al modelo anterior. En este caso, los servicios con más oferta y reconocimiento de marca como Disney, que ofrece un paquete en conjunto con Hulu y ESPN+ podrían sostenerse solos, pero muchos otros más pequeños corren el riesgo de volverse víctimas de las circunstancias.

Hay algo más grave en esta situación para la industria de la creatividad. Por un lado, todo mundo quiere un pedazo del pastel y están buscando a diestra y siniestra producir contenidos y esto le da grandes ventanas a los creadores para demostrar su talento. Pero por el otro, la creatividad y el arte se están volviendo un commodity, lo que puede hacer que pierdan su valor real. Consumimos tanto sin pagar directamente su valor que podemos llegar a creer que no vale nada.

El momento en el que estamos es único: llega la disrupción con toda su fuerza a este mercado y nunca volverá a ser el mismo. Lo que tengo claro es que los que tenemos que ganar somos los consumidores, de lo contrario, esta oportunidad de oro para las compañías de medios puede acabar pronto… todo por querer matar a la gallina de los huevos de oro. Me gustaría en el futuro escribir un nuevo capítulo de Streaming Wars y ver en lo que desemboca la guerra, porque no todas las historias terminan con una celebración en la aldea de los Ewoks.

¿Ves otra posibilidad en esta confrontación? Me gustaría leerla en los comentarios.

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