Tal vez no es una opinión muy popular, pero debo decir que mi película favorita de Star Wars es Return of the Jedi. Para mí, la culminación de toda la historia de Luke Skywalker es un punto clave, sin el cual, los otros capítulos no tendrían sentido ni propósito. Pero ya lo decía JJ Abrams: «La toma final que se aleja hacia el sol siempre es engañosa». La historia nos ha enseñado que la muerte de un dictador o la caída de un imperio no siempre significa que los problemas terminaron, al contrario.
Aquí es donde comienza The Mandalorian. El imperio está acabado, pero la galaxia no sabe qué hacer. No hay un gobierno común, es territorio de nadie. En ese momento, conocemos a Mando, el protagonista, del planeta Mandalor (¿Planeta? ¿Religión?), el mismo que Bobba Fett. Mando es un cazarecompensas que va de misión en misión, cumpliendo y recolectando dinero en una nave increíble llamada Razor Crest.
Todo cambia cuando Mando es enviado en una misión a recolectar a un «niño» (de 50 años de edad, pero «cada especie crece a diferente velocidad»). Este niño es de la misma especie del Maestro Yoda y ha cautivado a todo el mundo. Resulta que esta misión no es tan sencilla como se esperaba, ya que hay varios intereses detrás de ese mismo niño.
Esta es la premisa que conduce toda la serie, que es un western espacial, con todo lo que implica: La música, que tiene algunas de las típicos sonidos del oeste con flautas de pan y ocarinas, sin dejar de sonar como Star Wars. El héroe, que es un forastero al que no conocemos y que tiene conocidos en los pueblos más recónditos. Los problemas que encuentra en el camino, que los resuelve asesinando o engañando a quien sea necesario y aliándose con personajes muy cuestionables. Todos estos elementos recuerdan a El Llanero Solitario o Davy Crockett.
A pesar de que la serie tiene un hilo conductor común, la mayoría de los capítulos son aventuras independientes en distintos planetas, cantinas, negocios sucios y lugares abandonados de la galaxia. Esto hace que cualquiera la pueda ver y disfrutar.
The Mandalorian fue creada por Jon Favreau, quien además de ser un visionario del cine, es un gran fan de Star Wars, lo que lo llevó a trabajar de la mano con Dave Filoni (The Clone Wars, Rebels) para crear esta serie que es todo lo que muchas películas de Star Wars no han podido ser. Es un regreso de forma y fondo a Star Wars. Para los fans más profundos, podrán encontrar en cada capítulo easter eggs, personajes y sucesos del canon, de los libros y hasta de las leyendas de Star Wars. Para los fans nuevos, hay acción, misterio y la presentación del universo creado por George Lucas de una manera sumamente interesante.
La producción de la serie ayuda drásticamente a entrar en el universo. Se usan muchos efectos prácticos que le dan la autenticidad necesaria a las escenas y a los personajes. Ademas, The Mandalorian debuta en el uso de sets virtuales que vuelven las locaciones más realistas que una tradicional pantalla verde.
La calificación

The Mandalorian es por mucho, la mejor producción de Disney+ y podría ser razón suficiente para contratar el servicio. Cada capítulo podría ser una película propia por la calidad que presenta. Hay momentos divertidos, sin caer en el humor simple de Marvel, hay acción al puro estilo de Star Wars y hay una conexión profunda con el universo que conocemos y amamos, sin abusar de la nostalgia ni confiar demasiado en personajes ya existentes. The Mandalorian es Star Wars en su más alto y puro nivel. Es lo primero que cualquier persona debería ver en Disney+. Cuando llegue a México, la serie tendrá toda la primera temporada completa y casi todos los capítulos de la segunda, así que hay mucho que ver.
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