A todos nos gusta ser racionales y pensar que todo lo podemos manejar con la mente. Cuando estamos estables emocionalmente, se nos hace ilógico que existan otras personas que están deprimidas o enojadas, incluso el rencor parece ilógico. Sin embargo, cuando nos enfrentamos con la muerte de un ser querido, un rompimiento amoroso, una traición de un amigo o simplemente, una meta inalcanzada, la cosa cambia.
Categoría: Pensamiento
Casi todo lo que realice será insignificante
La verdad, esta frase no la leí en una biografía ni en ningún escrito de Gandhi. La escuché en la película Remember me, que podría resumir toda su temática en estas palabras. Sin embargo, tiene muchísima razón. El mundo en el que vivimos tiene una historia de miles de millones de años. La humanidad ha poblado el planeta desde hace varios milenios y esto nos puede llevar por dos caminos, el de la desesperación o el de la trascendencia.
If you don’t stand for something, you will fall for everything
En este lunes de frases, les comparto este pensamiento de Alexander Hamilton. Lo escuché por primera vez en una canción de Hip Hop (ya sé, no es muy profundo el asunto, pero por lo mismo me di a la tarea de buscar al autor original), esta frase se repite mucho en el coro y se me quedó grabada. La pongo en inglés por la forma en que juega con las palabras.
Juntos para grandes empresas
A veces, la cultura nos ha llevado a creer que todo lo tenemos que hacer solos. Estamos acostumbrados a premiar a los grandes líderes de la historia con medallas, llaves de la ciudad, doctorados honoris causa y muchos otros galardones. En el mejor de los casos, los premiados ocupan la tribuna y mencionan que sin la colaboración de muchas otras personas, no hubieran logrado nada, para luego continuar con el discurso de manera individual. De este modo, los grandes líderes se vuelven una inspiración para todos.
Sé tu mismo, los demás puestos están ocupados
Durante toda nuestra vida, tenemos influencias de muchas personas que forman parte de ella. La más clara es la educación que recibimos en nuestras casas, que nos hace lo que somos. A veces es buena, a veces tiene errores, pero no llegaríamos a ser lo que somos sin ella.
Más adelante, nuestros amigos se convierten en la influencia más importante. Nos gusta la misma música que a nuestros amigos, las mismas niñas, las mismas películas, los mismos lugares. Si un amigo se adelanta en conocer a un grupo musical, todos nos ponemos al corriente rápidamente para igualarlo.
La solución está dentro de nosotros
Debo admitir algo. Durante mucho tiempo, me acostumbré a culpar al contexto por lo que me sucedía. Si algo fallaba en el trabajo, no era mi problema. Era de los demás, fallas técnicas, culpa de la solicitud, o del área de enfrente. Si no alcanzaba alguna meta personal, era culpa del dinero, de las complicaciones o de la falta de disponibilidad de los demás. Si no podía mejorar en algo, era porque no tenía las herramientas o alguien que me enseñara. Si no era feliz en algo, era porque mi familia, mis amigos o mi historia personal me lo habían impedido.
No te buscaría si Tú no me hubieses encontrado
Hago un llamado a todos aquellos que están desesperados. A los que han perdido el rumbo. A los que ya perdieron la fe. Los que abandonaron sus creencias por un fuerte golpe de la realidad.
Este llamado es para esos que han permanecido en lo mismo, y que tal vez ya no encuentran nada nuevo. Para los que llevan 20 años encerrados en un estilo de vida.
En un año a partir de ahora, desearás haber empezado hoy
Esta frase se siente como una cachetada con guante blanco. Pero no un guante blanco normal, sino un guante al que le escondieron una pesa adentro y cuando llega la cachetada ¡vaya que la sientes! aunque sea con guante blanco.
¡Cuántas cosas hay en nuestra vida que desearíamos haberlas hecho hace uno, dos o tres años! Metas profesionales, viajes, crecimiento personal, desarrollo de capacidades. Y en su momento no las hicimos y ahora solo nos lamentamos. Pues ¡nunca más! Yo por lo menos me puse esto de propósito para el 2014, no digo que lo vaya cumpliendo a la perfección, pero por lo menos estoy haciendo un esfuerzo y cada meta y cada posibilidad me la planteo con esta condicionante: ¿En un año me arrepentiré de no haberlo hecho hoy? y cuando la respuesta es afirmativa, hay que mover todos los engranes para comenzar lo antes posible.
Darse no tiene sentido más que si uno se posee
Debo admitir algo. Durante mucho tiempo, me acostumbré a culpar al contexto por lo que me sucedía. Si algo fallaba en el trabajo, no era mi problema. Era de los demás, fallas técnicas, culpa de la solicitud, o del área de enfrente. Si no alcanzaba alguna meta personal, era culpa del dinero, de las complicaciones o de la falta de disponibilidad de los demás. Si no podía mejorar en algo, era porque no tenía las herramientas o alguien que me enseñara. Si no era feliz en algo, era porque mi familia, mis amigos o mi historia personal me lo habían impedido.
Alguien con quién hablar
Lo cierto es que nuestra vida es un diálogo. Un diálogo con nosotros mismos, con Dios y con los demás. Pero para que haya diálogo, un requisito indispensable es la sinceridad. Si no somos sinceros, no podemos siquiera dialogar con nosotros. En la vida, me he topado con infinidad de personas que no se atreven siquiera a dialogar consigo mismos. Y por esa razón, también es imposible que puedan dialogar con los demás. Creo que incluso, yo soy uno de ellos.
Liderazgo que trasciende egos
Un líder auténtico buscará guardar su ego, evitará que la fama o el poder se le suban al cerebro y será el mismo en su casa, en su oficina y en los eventos sociales. Eso es un líder, alguien que sabe inspirar a otros, que siente compasión por ellos y que les ayuda a ser mejores y a ser libres. Un líder de verdad no crea seguidores dependientes, sino personas completas. Un líder real no necesita un puesto, un título o una cuenta de banco para mover a la humanidad.
Vivamos amando y siempre sonriendo
Hay personas que cuando leen esta frase inmediatamente me dicen que no están de acuerdo. Es muy respetable. Pero quisiera explicar un poco por qué a mí no solo me gusta, sino que me encanta. En esta frase anónima hay 4 requisitos que hay que cumplir. Pero hay que tener algo claro, se deben cumplir con los 4 al mismo tiempo. Si aislamos cualquiera de ellos, el camino se puede poner peligroso. Son los 4 y son en orden.
El optimista ve oportunidad en cada dificultad
Y es que es importante distinguir entre optimistas e idiotas. Digamos que el optimista es el que piensa: «Voy a ir a Office Max a imprimir unas cosas rápido y de ahí, me voy a la junta urgente de la oficina». Y el idiota es el que va y lo hace. Sin duda estamos rodeados de idiotas. Esto no lo digo por pesimista, sino por realista.
Carta a mi primer amor
Poco a poco y sin explicación alguna, nos fuimos alejando. Ya sé, es descarado hablar en plural. Aquí estoy escribiéndote y aún así tengo la insolencia de disolver mi culpa mezclándote a ti en ella.
Fui yo el que me retiré, fui yo el que se distanció. Creí que sin cuidarla, nuestra relación iba a seguir igual. El espacio entre nosotros crecía y mientras más lo hacía, más yo lo negaba. Me preguntaban por ti y por un rato lo pude disimular, hice creer a todos que seguíamos igual, que estábamos enamorados. Pero con cada mentira, la separación creció.