En esta crisis convertimos todas las llamadas en videollamadas, los emails en juntas remotas, la cenas en delivery, el cine en streaming, la oficina en home office y más. Nos hemos dado cuenta que es posible trabajar desde casa y que a veces es incluso más productivo. Hemos encontrado tiempo para leer y para hacer ejercicio. En fin, nos vimos obligados a abrir un mundo de posibilidades nuevas.