Hay películas que te hacen pasar un buen rato, te entretienen y sales con una sonrisa en la cara. Este no es el caso, diría que Después de Lucía es todo lo contrario.
Hay películas que te hacen pasar un buen rato, te entretienen y sales con una sonrisa en la cara. Este no es el caso, diría que Después de Lucía es todo lo contrario.