En esta época de capitalismo, la palabra capital nos llama la atención, mucho (demasiado diría yo). Recientemente, me topé con el concepto de capital social. No se refiere a la idea del monto que aportan los socios dentro de una empresa. Ese es un concepto mucho más antiguo. Capital social es un nuevo concepto relativamente, que habla de las personas y sus relaciones y cómo estas se capitalizan en beneficio de la persona y de la sociedad.

Esta clase de capital es algo que en tiempos anteriores se daba con mucha más facilidad y naturalidad, pero no se le había dado nombre. El hecho de que hoy se reconozca este concepto —supongo yo— se debe a que le hemos restado importancia a esto en nuestro pensamiento y en acciones cotidianas y por eso nace la necesidad de estudiarlo, para poder recuperarlo e incrementarlo.